jueves, 26 de julio de 2018

Nuestra rabia

No te culpes por padecer el miedo que juraste no sentir, 
infundido en tu memoria,
grabado con palabras vacías. 

No te culpes si tus llaves cumplen su doble función 
de arma y de escudo a la vez.

Punzantes y afiladas al ataque,
salvadoras de tu aliento al accionar la puerta,
pero nunca,
nunca
volverán a ser llaves. 
Y tu portal se llevará la tranquilidad que abrazabas al entrar en él. 

Aquellos que dicen abogar por tu justicia 
eliminan el significado de la palabra "seguridad" 
la dejan sin concepto
y enumeran tu existencia como una muerte más. 

No te culpes por ser, 
más bien aplaude tu fortaleza. 
Eres negada, olvidada, o puesta en debate inútil
pero tu sigues 
y yo contigo. 

lunes, 16 de julio de 2018

Carta de amor a mi misma


No querida, no amada, no deseada, no mirada mitad:

Puedes considerar esto una queja o reclamación con pinceladas de carta de amor a ti misma, pero sobretodo se trata de una bomba de expresión que no tiene otra forma de explotar que no sea en papel.

Enterremos la modestia igual de enterrada que me tienes tu a mi: en la más profunda y absoluta oscuridad de la nada, ya que tanto tu como yo sabemos que soy muchísimo más que el término “mitad”. En esta lucha entre lo correcto y lo puro  podría matarte a base de oleadas de sentimientos, pero has aprendido demasiado bien a hacer de jefa y aunque seas una mínima parte del todo que formamos, tu liderazgo te ha dado la fuerza suficiente como para esconderme durante todo este tiempo. 

Ya no aguanto más. Estoy harta de esta casi muerte a la que me estás sometiendo, ya que solo vivo en forma de palabras, de canciones o a veces, cuando mi ser toma la iniciativa, en forma de lágrimas. En esos momentos de vulnerabilidad sí que me atiendes y me dejas vivir, respirar el exterior en el que merezco estar de vez en cuando, pero qué rápido te vuelves a imponer… Y por eso, estoy empezando a odiarte.

Yo, esa mitad expresiva,  artística,  capaz de llevar cualquier sentimiento más allá de su límite, está dejando crecer aquel que nunca debe florecer en el interior de una misma: ese odio que se expande e inunda la mente en cada momento de ahogo y soledad. Pero no dejaré que nos domine, no dejaré que ese sea el único lazo que nos una, porque hace mucho tiempo nació lo que sería una heroína para ti: la empatía. Si no fuese por ella, yo me hubiese dado por vencida y habría acabado optando por el suicidio. ¿Podrías haber llevado tu misma todo este ser prácticamente vacío una vez que yo no estuviera? 

No, por supuesto que no.

Pero, a veces, te entiendo. Mi no querida, no amada, no mirada mitad, te entiendo. Eres el reflejo de la complicidad que tenemos la cual, desgraciadamente, ha sido creada por la soledad que ambas sentimos. Sabes que me necesitas. Además,  leo en tus acciones que no niegas este hecho. Lo veo en cada mirada de reojo, cada búsqueda de atención. Entonces, cuando pienso en esto, te quiero. Y te podría querer aún más si me dejases salir de esta jaula de mentiras, ¿no te das cuenta de que podríamos amarnos las dos? Y entonces el ser al que cuidamos sentiría lo que nadie más ha sentido por ella.

Por favor léeme, piensa y te darás cuenta de que hago mucha más falta que toda esa firmeza y falso valor que nos aportas. Te amo. De muchas formas: como chispa, como fuego, como lluvia constante, como suspiros o como voces mudas, pero te amo. 
Y, aunque pocas veces lo demuestres, sé que me amas y por eso me cuidas. No quieres mi dolor, mi ruptura o mi sufrimiento, pero de esta forma lo único que consigues es llevarme a la inexistencia.

Libérame, amémonos y dejemos que fluya.

Desde el cariño y con intensidad:


La otra mitad.

sábado, 14 de julio de 2018

Fallecer

Las palabras
me arañan
sosegadamente
lo suficiente como para crear un vacío 
que se agranda
con cada agujero
y pinchazo 
hasta dejar escapar cada ápice de sueño
hasta vomitar el sentir

No puedo considerar respiración a la ansiedad que hiperventilo 
lo he estado perdiendo todo
y en lo que yo creía ahora se sumerge en lo que yo misma he creado 
y desaparece,

se extingue 
se ciega. 
He caído en mi ausencia. 

miércoles, 11 de julio de 2018

Solo ida

Ser consciente de estar viva se siente incluso extraño, 
como cuando existes con alegría inexplicable por un día y no encuentras el motivo. 
Es difícil acostumbrarse, pero también positivo, porque si se roza el hábito te abruma el olvido. Me gusta dejarme sorprender por mi propia existencia y estoy aprendiendo a impregnarme de un lugar y de lo real que soy. 
La mortecina luz de la farola que ilumina mis letras, la arena fría abrigando mis pies y mis mejillas mojadas mostrando la inestabilidad más razonable. Mis lágrimas parecen tristes siendo realmente las más festivas por la consciencia que hay en ellas. 

Ojalá pudiese estremecerme por el frío del mar para siempre. 

Quiero ser insignificante bajo el cielo y frente a las luces de los edificios. Incoherente y extraña pero sin la necesidad de buscar un sentido. 

No necesito explicaciones para mi miedo a la futilidad y al final he aprendido a llevar la experimentación de la realidad al máximo. 

Todo está en mis pensamientos. Pero no son caos, solo aceptación. 

Prometo ampliar mi colección de experiencias pero nunca perder la emoción. Vivo más que la propia vida, o al menos lo intento. Más que la que todos llevan a cabo pero de la forma más leve. Quiero indagar en mi y en ella. 

Solo puedo superar el miedo amándola. 

martes, 10 de julio de 2018

"Where have I been all my life?"

Soy la escritura que nacerá del contoneo, 
voy a ser el espejismo de tu transformación
el frío verano
y el cosquilleo de las gotas,
el engaño del deseo y la ruptura de tus pautas.
Estoy espantando tus suposiciones,
soy tu rechazo hacia el canon,
la danza de tu inventiva,
reinvención de la utopía,
la confianza que te hace oscilar
y la hipótesis de lo que podría ser
y solo es en tu proyecto. 

Ἑλένη

Eliminas mi escepticismo al comprobar tu magia,
la que usas para que por mi vía se pasee la empatía
dejando la cura de la autodestrucción
y un beso esperanzador que da un día más de vida a mis moribundas inquietudes

Desaliento

¿Se sentirá ella tan sola como la calle en madrugada?
Se le acaban los respiros y no quiere ser cómplice de su desgaste.

Lleva el vacío con cada pérdida
y la consciencia de que ella acabará también.